Microsoft llevará su software de seguridad Windows Defender Advanced Threat Protection (ATP) a Windows 8.1 y Windows 7, dejando de esta manera de ser un producto en exclusiva para Windows 10, mejorando de esta manera los niveles de seguridad de ambos sistemas operativos.
ATP combina el clásico enfoque de detección en local con las capacidades de detección en cloud enfocándose más en la detección de comportamientos anormales que permitan identificar la presencia de una amenaza en un sistema determinado a través de la inteligencia artificial y los datos compartidos de millones de máquinas. Esto sin olvidar la detección de malware en local, archivos que son rápidamente analizados y ejecutados en entornos sandbox para analizar su comportamiento y redundar en toda la red ATP lo descubierto.
Con miras, según la propia Microsoft, a reforzar estas dos versiones anteriores de Windows en cuanto a seguridad se refiere, se espera que sea en Q2 cuando los componentes de Endpoint Detection and Response (EDR) se encuentren disponibles para estos sistemas operativos.
Esta actualización permitirá además a los usuarios monitorizar y gestionar el estado de sus máquinas en remoto y se prevé además la integración con Windows Defender o System Center Endpoint Protection en caso que se encuentren instalados en las mismas o con otras soluciones antivirus de terceros.
Aprovechar para recordar que el soporte extendido para Windows 7 acabará en menos de dos años (Enero 2020) por lo que si aún tenéis máquinas funcionando con este sistema operativo va siendo hora de planear con toda la calma del mundo su migración.
